jueves, 15 de diciembre de 2011

Unos días en Córdoba, Juan Terranova

en mi afán de escribir, leo
leo mucho y lo hago cada día

hace unos cuantos miércoles me hice de éste libro de Terranova
me lo terminé entre el desayuno, un subte y el taxi de regreso a casa
fue un lindo regalo

después lo dejé por ahí
a mano
para releer de a cachos

al día siguiente tiré un par de tuis

y empecé a escribir esto
que también abandoné

me dio cosa

Terranova es nuestro profesor de taller
me cuesta ser objetiva con él
quiero ser “crítica” en el buen sentido
pero me sale impostado decir algo que valga la pena

me da cosa terminar de leer algunos libros
no siempre me pasa
pero a veces
sólo a veces
con los libros que avanzan solos, sobre todo

anoto algunas cosas
las releo
escribo en los márgenes y en las contratapas
seguro no son comentarios importantes para nadie
pero es así como me muevo ahora

y así me pasó con este libro

Unos días en Córdoba da cuenta del Terra crítico de arte
cubriendo la muestra ¡Afuera! (con signos de admiración y cursivas)
una serie de intervenciones en espacios públicos de la ciudad
con la participación de personalidades internacionales, curadores y artistas

es el diario de un escritor
-tan exquisito como el Diario de Alcalá editado por Pánico el pánico-
al que le propusieron dar cuenta de una muestra de arte contemporáneo
un escritor que se permite dudar de la etiqueta de “crítico”
y se conforma con poder observar el fino nervio, dice, de ese pensamiento
que lo define como “un personaje perdido en las partes más oscuras
del melodrama de arte”
autodefiniéndose a la vez

gustoso de visitar Córdoba
de ver a su colega Lamberti
de perderse en la ciudad
y conocer a los alumnos del escritor cordobés
en el diario se lee un Terranova sereno
capaz de disfrutar mientras dice algunas cuantas cosas
porque eso sucede con furia
no hay tamiz
ni congraciarses
en esos días hechos narración

otra cosa buena
es que uno puede entrarle al texto con facilidad
observar como teje la cabeza de un escritor
que se deja encandilar por las obras
mientras reflexiona, relaciona y descarta

eso resulta atractivo
la forma de la primera persona jugando a la no ficción
la opinión puesta de un modo sutil
la forma soslayada de hacernos saber lo que piensa.

Unos días en Córdoba es un relato sincero
nada pretencioso y a la vez motivador

mientras lo leo lo marco
después, cuando releo, encuentro algunos subrayados
en lápiz y en birome, de más de una lectura
porque a Terra, me ufano de eso, hay que leerlo más de una vez

“pringosa”, señalo, por ejemplo
no tengo idea qué es
por eso aíslo la palabra de la frase: “tela pringosa del arte contemporáneo”
y odio tener que buscarla en la página de la RAE
dice: “arbusto nativo del Mediterraneo”, y salta la foto de una flor blanca

después, más adelante, pongo una coma caprichosa en el texto
como si estuviera leyendo un manuscrito
el libro está correctamente publicado
de todos modos señalo esa coma
que no es un error
es mi modo de leer activamente
siempre con la lupa, buscando el defecto
por ahí para acortar las distancias
para volver al texto de carne y hueso

el relato son varias entradas que podrían haber sido un blog
o una crónica
va del 24 de septiembre al 12 de octubre de 2010
habla del “curador como maestro de la autocensura y la buena administración”
de la ciudad transformada en tela
de las intervenciones en el espacio en el que vive la gente

es un relato pura observación participante
registra, a la vez, afuera y adentro del narrador
las frases que le resuenan
que se remarcan
“compañeras de vino”, por ejemplo
“el arte como una carrera de resistencia”
“desbrozar”
y hace también algunas declaraciones:
“síntesis y elipsis es a lo que debería aspirar el arte contemporáneo”

me gusta la experiencia de este libro
como un viaje gratis para los lectores ausentes
encontrar la línea zigzagueante entre el escritor, el crítico y el periodista cultural
me gustan que es un diario pero no redunda en detalles efímeros
sino pensamientos agudos
y algunas pocas certezas

me gusta la puesta en cuestión de algunas cuestiones
la elección de ciertas palabras
la descripción de las obras de arte
y la postura a favor de los matices

“nuestras aspiraciones más pequeñas y fugaces
se vuelven objeto de sorna y condena
con muy poco”, dice el epílogo

espero no se cumpla ese presagio cuando lean mi reseña.


publicado por Editorial Nudista, 2011

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